Para elaborar un producto de una calidad tan elevada como esta paleta de bellota 50% ibérica, se ha seguido un proceso lento y meditado para obtener uno de los manjares más exquisitos del planeta. Partimos de un cerdo ibérico, una raza autóctona de la península ibérica, cuya característica diferenciadora principal es que infiltra grasa dentro del músculo y por tanto garantiza un sabor único en la carne al que ningún otro cerdo del planeta puede siquiera aspirar. Una vez el cerdo ha alcanzado el peso suficiente y llega el mes de noviembre, el mayoral llevará a estos cerdos a la dehesa donde podrán pastar en libertad y comer tantas bellotas como necesiten, no solo bellotas, también frutos rojos, hierba y lo que encuentren. Tras 4 meses de montanera, estos cerdos habrán incrementado su peso un 50% y ya estarán listos para producir una maravillosa paleta ibérica de bellota.